Y como niños grandes, nos gusta jugar. Sólo que no jugamos con muñecos de trapo o de plástico, ni siquiera con consolas. Algunos, preferimos jugar con las palabras, y aprender de ellas, porque son el legado de millones de personas que vivieron antes que nosotros. Leemos, escribimos y hablamos. En el fondo, nos comunicamos, con nosotros mismos o con los demás.
"La finalidad de casi todas las obras de imaginación era hacer que nos sintiéramos como extraños en nuestra propia casa. La mejor literatura siempre nos obliga a cuestionarnos lo que dábamos por sentado. Ponía en duda las tradiciones y las esperanzas cuando parecían inmutables." (Leer "Lolita" en Teherán)
Tener curiosidad es el primer paso para saber, y saber es el primer paso para cuestionar nuestra propia opinión.
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