Sí, soy yo. Esa que se carcajea por cualquier
cosa. Esa que colecciona separadores, que adora los llaveros y a la que le
gusta llevar el pelo largo. Esa que no necesita agacharse para pasar bajo las
ramas de los árboles, esa que imita las caras de los bebés al verlas, esa a la
que no le gusta la lluvia.
Despeinada, con los ojos entrecerrados, sin
gafas, me acerco al espejo. Suelto un bostezo a esa cara que me mira
somnolienta. No recuerdo lo que he soñado, pero la costumbre ha hecho que no me
pregunte por el contenido de mis sueños. "¿Qué tal será hoy?" es mi
pregunta interna. Pero no quiero respuestas. Aún no. Primero hay que asearse y
hacer la cama. ¿Y después? Después sigo siendo yo, descalza, si la temperatura
lo permite; pero tan ingenua y despistada como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario